Amanecimos con el año 2020 y despertamos con una realidad muy distinta, de la que habíamos planificado, en vista de que la pandemia mundial llamada COVID - 19, es la causante de la crisis de los diversos gobiernos y las frustradas medidas paupérrimas con sazón de políticas demagógicas, pongamos por caso el gobierno peruano del ‘‘dictadorcillo’’ que quiere utilizar la prepotencia de manera similar a un soberano absolutista con providencialismo de las encuestas. Tal como decía Aristóteles que distingue tres formas de gobierno: ‘‘la monarquía, que por ausencia o menosprecio de las leyes se transforma tiranía; la aristocracia, que ambición de unos pocos, especialmente de los ricos, degenera la oligarquía o plutocracia, y la democracia, que tal mal manejada se transforma en demagogia’’.

Es muy cierto que, en toda sociedad, para que los hombres puedan satisfacer sus necesidades primarias como la alimentación, vestido y vivienda necesitan de medios de producción e instrumentos, ellos establecen una relación entre estos dos. A partir de esto los hombres pueden construir un conjunto de ideas que son determinadas por la base socio – económica. Según Marx estos modos de producción son: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. En cada uno de estos periodos la base socio – económica determina el conjunto de ideas que condicionan la superestructura ideológica.

Aunque el hombre se presenta como una individualidad, no puede llegar a desarrollarse como persona sino en la relación con los demás. El hombre no es una isla. El existir humano es una co-existencia. Hombre es un convivir. Necesitamos de los demás para llegar a la vida, para sobrevivir, para educarnos, para progresar en todo sentido y para poder adquirir sus necesidades y relacionarse, por consiguiente, organizarse, en esta oportunidad concuerdo con Lora Cam en su obra Concepción del mundo en filosofía: anti mitológica, anti teológica y anti hermética. Los modos de producción han atravesado grandes cambios, para favorecer a la clase dominante y para avasallar han utilizado las necesidades humanas, en consecuencia, es una de las tantas formas de dominación a través de las estructuras, por ejemplo, la pandemia mundial llamada COVID - 19, no es la excepción.

Iniciaremos nuestro análisis ubicando el término estructura. Inicialmente estructura procede de una expresión de las Ciencias Naturales que indican la distribución y orden de las partes de un cuerpo o de una cosa; también revela la distribución y orden que componen una obra de ingenio, como un poema, un ensayo, una historia, etc.

Según Castro, A. y C. Lesa: Introducción a la Economía. Un enfoque Estructuralista. Siglo XXI Editores, México, 1976: En el primer caso, el economista francés Françoise Perroux define la estructura económica como “las proporciones y relaciones que caracterizan un conjunto económico localizado en el tiempo y el espacio” En esta acepción lo que se desea distinguir es el orden e integración que tienen las partes de un cuerpo o sistema. En cambio, para otro economista francés, Andrés Marchal, estructura o factores estructurales son aquellos que “en el transcurso de un periodo determinado se presentan como relativamente estables en comparación con otros” De acuerdo con estas definiciones, podemos entonces inferir, en un sentido general, que la estructura económica es el ordenamiento y distribución de los factores económicos en el tiempo y en el espacio

Por consiguiente, se puede corroborar que existe una relación entre lo material, de manera similar en lo económico y lo espiritual, es decir lo cultural e ideológico, puesto que no son mecánicas existe una reciprocidad entre ambas, a causa de lo material, lo económico, así pues, influye en lo espiritual y por ende en lo ideológico.

En cada una de estas formaciones socio – económicas. Es la base económica la que condiciona la superestructura ideológica, al igual que, el modo de producción determina la cultura espiritual, por ejemplo: En la sociedad esclavista pre – inca e inca la actividad económica fundamental fue la agricultura, en la sociedad feudal – colonial el aparato productivo fundamental fue la minería y en la sociedad Semi feudal y Semi colonial Republicana el aparato reproductivo se subordinó a los intereses del capital inglés y norteamericano.

Pongamos por caso la reforma agraria, a pesar de sus matices burgueses autoritarios con maquillaje de nacionalismo, era absolutamente necesaria dadas las condiciones de abuso en la que vivían los campesinos, considerados como parte del mobiliario de las haciendas. No fue un acto de abuso o despojo como hemos visto en los últimos años. (Les recomiendo la película – documental ‘‘La revolución y la tierra’’ 2019).

Por ejemplo, la moral en nuestro país es sinónimo de corrupción, de ahí que el abuso de los recursos públicos para beneficiar a unas cuantas personas o grupos. Las pérdidas que acarrea este cáncer han variado con el pasar de la historia, el Diario Gestión ha publicado; Mapa de la corrupción: Delito de peculado representa el 34% de los casos de corrupción en el Perú.

Engels afirma que la moral, solo se dio en las sociedades esclavistas así que las normas morales han estado supeditadas a los intereses particularmente económicos

La sociedad se ha movido hasta ahora en contraposición de clase, la moral fue siempre una moral de clase si bien justificaba el dominio y los intereses de las clases dominantes o bien en cuanto que la clase oprimida se hizo lo suficientemente fuerte, representó la irritación de los oprimidos contra aquel dominio y los intereses de dichos oprimidos, orientados al futuro. En nuestro país estaba caracterizado por el latrocinio, en el virreinato bajo las instancias del aparato burocrático: Virreyes, Audiencias, Corregidores, la perversión del clero entre otros. En la etapa republicana se han dado desde las causas de la guerra del guano y del salitre, y las diversas dictaduras oligárquicas represivas con la característica de su entreguismo incondicional ante el imperialismo norteamericano y a sus transnacionales.

Por estas razones, los partidos políticos en los sistemas capitalistas mundiales se dividen en: partidos de derecha (defienden el sistema de explotación y la propiedad privada sobre los medios de producción) y los partidos de izquierda (están en contra del orden instituido y de la propiedad privada sobre los medios de producción). En el Perú, como país semi feudal y semicolonial, existen partidos de acuerdo con la tendencia política e intereses las cuales son: https://rpp.pe/politica/elecciones/elecciones-2021-que-partidos-estan-habilitados-para-postular-y-que-procedimientos-faltan-noticia-1295361

En una entrevista que se realiza al historiador Antonio Zapata en el Diario República 10 Sep. 2017 dice lo siguiente: “En el Perú, por sus fracturas sociales, hay espacio para opciones radicales”, con ello, podemos comprobar que nuestro sistema sigue siendo un fracaso aunque nos han vendido que estamos ‘‘bien’’ con Tratados de Libre de Comercio auspiciado por la burguesía con tendencias del eurocentrismo , pero una mentira en donde el único beneficiado es la clase dominante, ese pequeño grupo de poder que sigue enriqueciéndose y olvidándose que el Perú no es solo Lima, o algunos distritos de la aristocracia limeña, por ello, no debe ser sorpresa que en el 2021 ingresen al parlamento nacional grupos radicales con el slogan que ‘‘nacionalismo peruanos’’, de modo que tengan pintorescos retratados de aires neofascistas.

Todos los medios de comunicación están apostando a un solo candidato. Se avecina, dentro unos meses, un gran cataclismo en nuestra política peruana. La decisión final será el 11 de abril del 2021. Ha pasado dos décadas y la democracia esperada no ha dado sus frutos, de manera ilusoria esperamos la catarsis del capitalismo peruano.